España Liberal, 2005-08-03
Según el diario
El Mundo, en el sumario del 11-M consta que guardias civiles de Asturias acusaron a Jaime Trigo ?alférez de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil- de pedirles que destruyeran una nota que demostraría que el coronel Hernando mintió a sus señorías en la comisión que no investigó la masacre de Madrid.
Ya no son sólo algunos periodistas los que se preguntan si Hernando mintió o no en el Parlamento. Son sus propios compañeros los que le acusan. Y lo que es mucho más grave, aseguran que un subordinado suyo les pidió que destruyeran una nota que probaría sus acusaciones.
Confiemos en que el Partido Popular haga algo más que quejarse de su mala suerte. Debe personarse en un juzgado para saber si mienten los guardias civiles de Asturias cuando acusan a Hernando. Los españoles tienen que saber si mintió o no el ex colaborador de Rafael Vera. Lo que hoy sabemos no puede dejarse en manos de un único juez por competente que sea. Del Olmo investiga la matanza. De acuerdo. Pero un asunto es lo que pasó el 11-M, y otro muy distinto lo de Hernando.
¿Si mintió lo hizo sólo para que no se conociera que no le echó cuentas a todo lo que les contó Zouhier? Mejor no seguir preguntando. Valorar otras hipótesis nos llevaría a un infierno en el que de momento nos negamos a entrar. Entre otras razones, porque no estamos convencidos de que la dinamita que dicen que robaron en Mina Conchita fuera la que sirvió para volar los trenes.
En cualquier caso, el Partido Popular ya se demora en preguntarle al ministro del Interior si después de lo que hoy conocemos sigue confiando en el coronel Hernando. Ya no sólo le acusan de comprar con fondos públicos el silencio de Amedo y de Domínguez, sus propios compañeros aseguran que mintió en la Comisión del 11-M y que un subordinado suyo les pidió que destruyeran una prueba que podría probarlo.