España Liberal, 2005-03-26
Según manifestó hoy en rueda de prensa José Blanco, el PSOE le pedirá al Gobierno que desvele las conversaciones de Fernando Huarte con el presunto terrorista Benesmail Abdelkrim, lugarteniente del ?desaparecido? Allekema Lamari. Y es que van a tener razón los que aseguran que a los socialistas nos les llega la camisa al cuerpo. Salvo para algo de suma importancia, o para neutralizar la portada de algún periódico, no es normal que se convoque a los periodistas en sábado santo.
No olviden que fue el propio Blanco el que puso a los pies de los caballos a Fernando Huarte cuando ?sin necesidad- declaró en el Congreso que el Partido Popular conocía por qué el militante socialista había visitado en la cárcel de Villabona a Benesmail Abdelkrim. Veinticuatro horas más tarde el diario
El Mundo informó de su relación con el Centro Nacional de Inteligencia. Pero por mucho que ahora se empeñe en negarlo, Blanco lo supo mucho antes de que todos lo leyéramos en el periódico madrileño.
Algo temen los socialistas que les lleva a negar lo evidente. El tema de Huarte les ha afectado mucho más de lo que podríamos imaginar. Estoy convencido de que se conservan las cintas en las que se grabaron las conversaciones entre Huarte y Benesmail. Es más, no creo que en ellas se encuentre nada que comprometa al militante socialista. Aquí lo que importa es cuándo -para visitar al dentista- salió de prisión el lugarteniente de Lamari, cuándo se enteró el PSOE de que Fernando Huarte colaboraba con el CNI, y por qué los responsables de la CASA no informaron al Gobierno de José María Aznar de que un empresario socialista colaboraba con ellos y le pagaba la factura del odontólogo a un miembro del GIA.
En cualquier caso, tanto a Zapatero como al CNI le costará mucho explicar por qué y para qué Huarte se entrevistó con Benesmail meses después de la matanza de Madrid. Ya no mandaba el PP. Tal vez por eso son legión los que aseguran que Rubalcaba y sus compañeros se muestran muy nerviosos. Es probable que teman lo que en los próximos días nos pueda contar el empresario asturiano, destacado miembro de la Asociación Socialista de Gijón.
Sólo así se entiende que convoquen una rueda de prensa un sábado de gloria. Hemos regresado a los tiempos del GAL. También entonces los socialistas quisieron empatar con los titulares del diario
El Mundo. Pero ni entonces ni ahora lo consiguieron. Es probable que muy pronto Fernando Múgica nos enseñe otra de las esquinas del infierno que envuelve al 11-M. Por muy terrible que sea la verdad, siempre será mejor conocerla. Ya es muy tarde para tenerle miedo al miedo. Las víctimas nos lo reprocharían. Merecen algo más que patrañas y piedras de Pulgarcito.