Nuevas y terribles preguntas sobre la masacre de Madrid

España Liberal, 2005-05-04

Como ustedes saben, leo con devoción y asombro todo lo que nos cuenta Fernando Múgica sobre los muchos misterios que rodean al peor de los atentados que hemos sufrido en Europa. Lo que podemos leer hoy -4 de mayo-en el diario El Mundo es anuncio de nuevas y muy inquietantes revelaciones. Pero hasta que podamos conocerlas, quiero compartir con ustedes las siguientes preguntas:

¿Quién es el español que estuvo presente en el garaje de Trashorras, cuando supuestamente la banda de Avilés entregó al Chino la dinamita que también supuestamente sirvió para volar los trenes de cercanías?

¿Para qué quería el socialista Fernando Huarte las muestras de fertilizantes que recogió en la embajada Libia?

¿Por qué no se reconoció en la Comisión del 11-M que varias copias de la cinta de la denuncia de Lavandera circularon por las comandancias de Asturias desde el año 2001?

¿Por qué ?como se pregunta Fernando Múgica- finalmente se desechó la importancia de la trama asturiana a pesar de que, a través del confidente Zouhier, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil -bajo órdenes del coronel Hernando- pudo comprobar en 2003 la veracidad de una trama de venta de explosivos como ya había denunciado Lavandera dos años antes?

No tardará Fernando Múgica en responder a estas preguntas.

Pero por ser fiel a mí mismo, no puedo por menos que recordar las que vengo haciendo desde hace varias semanas: ¿Qué explosivo sirvió para volar los trenes? ¿Quién lo colocó? Y sobre todo, ¿por qué ni huyó ni se escondió Jamal Zougam? ¿Por qué no explotó la mochila que sirvió para detenerlo tan a tiempo?

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