He de confesar que me ha sorprendido muy agradablemente la intervención de Eduardo Zaplana en el Pleno escoba que sirvió para clausurar definitivamente la Comisión que no investigó la peor de la matanzas que ha sufrido Europa. Ya tendremos tiempo de analizar como merece el discurso del portavoz del Partido Popular. Pero hoy, y desde la urgencia, no puedo dejar de reseñar algo que me ha llamado poderosísimamente la atención y que a mi juicio tendría que dar para mucho. Estoy convencido de que no lo soñé ni tampoco confundo mis deseos con la realidad. Según Zaplana, Del Olmo ha reconocido en privado que ?es muy poco lo que se conoce del 11-M?.

Si es cierto que el juez instructor de la madre de todos los sumarios, dijo lo que dice Zaplana que dijo, el Partido Socialista Obrero Español ha podido cometer esta tarde el error más grave de los últimos años. Para mi sorpresa, su portavoz -el muy inquietante Álvaro Cuesta, paisano de Huarte y vecino de Rabia- no dudó de lo dicho por Zaplana ni mucho menos le reprochó que difundiese pláticas privadas del magistrado que tiene tan alta responsabilidad.

También me ha sorprendido la ausencia del presidente del Gobierno. Su agenda es todo un misterio. Lo mínimo que merecían las víctimas de los crímenes de marzo es que la persona que dice que lo sabe todo de la matanza asistiera esta tarde al Parlamento Tal vez Zapatero no se atrevió a presumir una vez más de que está en el secreto de la infamia. ¿O acaso prefirió tomar el té con Zerolo? Hoy no podía faltar y faltó. Sólo él sabrá por qué. Por cierto, también Rajoy llegó tarde. No parece que le quite el sueño el tema que hoy trataban en el Congreso. Así nos va.