España Liberal, 2005-07-30
Al buque insignia de PRISA no parece afectarle mucho el requerimiento que el juez Del Olmo envió el jueves a Pedro J. Ramírez. El diario
El País informa hoy de lo que declaró en la Audiencia Nacional el que califica como ?último testigo protegido?. A nuestro juicio no tiene mucha importancia -es más de lo mismo- lo que llama la atención es que Del Olmo no le pida también al periódico de Polanco la copia de los tomos del sumario que le exigió a
El Mundo.
Pero no debemos sorprendernos mucho. Según
El Semanal Digital:
La fiscal Olga Sánchez también desveló datos sobre la investigación del 11-M a un medio de comunicación. A principios del mes de marzo, Sánchez acudió a la Cadena SER y concedió una entrevista sobre cómo se encontraba la encuesta judicial y aportó una serie de datos al respecto. Esta "primicia" informativa, por ser la primera entrevista que la representante del Ministerio público concedía, sirvió para que Sánchez presentase una extraña teoría sobre la fecha de los atentados. Nada de intencionalidad política para la fiscal. Todo dependía de unas extrañas "razones cabalísticas" basadas en una complicada teoría elaborada por ella misma sobre un número de días desde el 11-S que había llevado a elegir el 11-M por su "gran carga simbólica".
Sin embargo -que nosotros sepamos- el juez instructor nada ha exigido a Olga Sánchez. Y si alguien está obligado a colaborar con su señoría son los fiscales. Tal vez Del Olmo consideró que no merecía mucho la pena detenerse en las ?razones cabalísticas? de su compañera. Lo de
El Mundo es otra cosa. Ya debe oxidarle al juez instructor desayunarse cada mañana con lo mismo. Cuando no es un agujero negro, es una información sumarial que sólo conocen algunos abogados de la defensa. Las víctimas -algo que se nos antoja inexplicable- tendrán que esperar a septiembre.
En cualquier caso, no es el desafío de
El País a Del Olmo lo que hoy más nos ha llamado la atención. Pásmense ustedes, según el periódico madrileño, Antonio Toro Castro está en libertad vigilada. Sin duda se trata de una errata, pero créanme, por un momento nos temimos lo peor. Pero no, va a ser que no, Toro está preso, la que suponemos que estará vigilada es su hermanita.
Lo que sí es cierto es lo que asegura hoy el
ABC, al coronel Hernando le piden 24 meses de prisión y una inhabilitación absoluta por cinco años. Si antes de jubilarse -que lo dudamos- resultase condenado, ya no podrá regresar a la jefatura de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Hasta ayer Hernando siempre presumió de no haber sido acusado de comprar con fondos públicos el silencio de Amedo y de Domínguez. Pues bien, ya lo está. Tal vez Alonso tendría que decir algo al respecto. Hernando ocupa un cargo de una enorme responsabilidad. El ministro del Interior no puede mirar para otro sitio. No parece conveniente que a quien dirige una unidad tan importante se le relacione con el GAL.