Tras el Climategate, la energía atómica

10 de enero de 2010

A pesar de que los medios de comunicación ?tanto nacionales como extranjeros- están, desde hace tiempo, haciendo publicidad demagógica sobre la influencia del hombre en el cambio climático la cumbre de Copenhague ha sido, para los seguidores de esa nueva religión que tiene como Dios a Al Gore, un gran fracaso.

Asimismo, según las últimas encuestas realizadas, cada vez son menos las personas que aceptan la teoría del cambio climático antropogénico ¿A qué se debe este cambio radical? Pues, sencilla y llanamente, a que la gente ha podido comprobar que ha sido engañada tanto por científicos como por políticos. Científicos que en vez de dedicarse a refutar teorías están hablando de ?consenso? y que no se atreven a poner a disposición de otros compañeros ?a los que llaman despectivamente negacionistas- los datos que han utilizado para construir sus teorías. Científicos que sólo buscan la subvención de los políticos que defienden lo políticamente correcto.

Pero mira por donde, el 20 de noviembre de 2009 fue hackeado el servidor del CRU (Climate Research Unit) de la Universidad de East Anglia ?organización encargada de realizar los estudios científicos que sirven de base para la elaboración de los famosos informes de la ONU sobre cambio climático- obteniéndose una gran cantidad de documentos y correos electrónicos de científicos importantes encargados de demostrar el calentamiento global antropogénico. Esta información fue puesta a disposición de cualquier usuario en Internet y los científicos y bloguers que dudan de esta teoría la han analizado llegando a la conclusión de que ha habido una clara manipulación de datos, que ha sido confirmada por el propio CRU. Este hecho ha sido llamado el ?Climategate? que ha sido ocultado por toda la prensa en España hasta que no tuvieron más remedio que darlo a conocer. Una de las bitácoras, en castellano, que ha realizado un análisis exhaustivo ha sido ésta, llegando a las siguientes conclusiones:

.- Existen acuerdos secretos para manipular y ocultar datos de forma que la tendencia al calentamiento se vea como cierta.

.- Se hace todo lo posible para que los científicos críticos no puedan publicar en revistas científicas importantes.

.- Se oculta el Periodo Cálido Medieval para que el momento actual parezca el más caliente.

.- Algunos se alegran de la muerte de John Daly, conocido escéptico australiano.
.- Muchos de los científicos que escriben los e-mails dudan ellos mismos de parte de lo que postulan, pero ocultan al público sus dudas tras alcanzar acuerdos de no divulgación de otra verdad que no sea la oficial.

Nadie pone en duda que haya cambio climático, porque siempre lo ha habido. Lo que sí es controvertible es que el hombre sea el causante principal del mismo. El objetivo de la ciencia es acercarse cada vez más a la verdad aunque sea imposible alcanzarla, pero no utilizar la mentira para defender una creencia. Por tanto, el científico debería dedicarse a exponer, sin tapujos, sus conclusiones a toda la comunidad científica y que sea ésta la que intente demostrar que son erróneas. El debate en libertad, y no los intereses de los políticos y empresarios ?sean de compañías petrolíferas o de energías renovables-, es lo que el hombre necesita para seguir avanzando. Como decía Karl Popper, necesitamos a los demás para ver y reconocer nuestros errores y ellos a nosotros.

La ciencia no avanza por consenso sino por refutación de las teorías que unos y otros proponen. Por ejemplo, la teoría de la relatividad de Einstein no fue aceptada por consenso sino porque refutaba a la teoría de la gravedad de Newton. Lo del consenso hizo que teorías como las de Copérnico o Galileo tardarán en ser aceptadas.

Cuando estudiaba EGB, allá por los años 70, en los libros de Ciencias Naturales se comentaba que llegado el año 2.000 el petróleo se acabaría por lo que sería necesario buscar otra fuente de energía si queríamos seguir viajando en tren, en coche o en avión. Incluso varios científicos, apoyados por medios de comunicación importantes, advirtieron al mundo del peligro de una próxima glaciación. A mediados de los 80 la noticia que todas las revistas científicas comentaban era el aumento del agujero de la capa de ozono. Pues bien, hoy día el petróleo no se ha agotado y el peligro que suponía el agujero de la capa de ozono ha sido sustituido por el del calentamiento global antropogénico.

Podemos optar por volver al pasado y vivir como lo hacía el hombre de Neandertal y no creo que nadie ?salvo algunos ecologistas radicales- esté dispuesto a ello. Otra opción es ir sustituyendo las energías contaminantes ?petróleo y carbón- por las energías renovables ?eólica y solar- pero el uso de este tipo de energía resultaría mucho más caro e ineficiente. Para mí, la única opción ?hasta que sea rentable la energía obtenida por fusión- es empezar a utilizar en mayor proporción la energía nuclear, que es no contaminante como las renovables y mucho más barata que cualquier tipo de energía.

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