La guerra de las Alpujarras

César Vidal y Federico Jiménez Losantos

En 1568 un moro llamado Hernando de Valor se proclamó rey de los moros con el nombre de Aben Humeya y extendió la llama de la rebelión contra Felipe II. Aben Humeya formó un ejército constituido por distintos grupos como los monfíes de la sierra o los gandules.



Lo que inicialmente era una revuelta, acabó convirtiéndose en la guerra más cruenta desde el final de la Reconquista hasta la invasión napoleónica.

El levantamiento de los moriscos se produjo en las Alpujarras, granadina y almeriense, en la Serranía de Ronda y en la Sierra de Bentomiz. Los moriscos de la Alpujarra envían una delegación de 200 monfíes al Albaicín de Granada para animar a los moriscos de la capital granadina a unirse a ellos, sin conseguirlo. Se retiran a la Alpujarra y resisten mediante guerra de guerrillas al acoso de las tropas cristianas, al mando del marqués de Mondéjar, hasta que la presencia de Don Juan de Austria, hermanastro del Emperador, venido con tercios de Flandes les obliga a rendirse noviembre de 1570.

Los moriscos alpujarreños nombraron a un jefe, Aben Humeya, también llamado Don Hernando de Válor. Aben Humeya, es traicionado y ajusticiado por los suyos y proclamado rey Aben Aboo poco antes de la rendición total de los moriscos. Después de la rendición de los moriscos se produce un decreto de expulsión, hacia Castilla preferentemente.

Fuente: La Mañana, programa dirigido por Federico Jiménez Losantos.

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