En Cataluña, el Presidente de la Generalidad, con olvido de todos los deberes que le impone su cargo, su honor y su responsabilidad, se ha permitido proclamar el Estat Catalá.
Ante esta situación, el Gobierno de la República ha tomado el acuerdo de proclamar el estado de guerra en todo el país.
Al hacerlo público, el Gobierno declara que ha esperado hasta agotar todos los medios que la ley pone en sus m anos, sin humillación ni quebrando de su autoridad.
En las horas de la paz no escatimó transigencia.
Declarado el estado de guerra, aplicará sin debilidad sin debilidad ni crueldad, pero enérgicamente, la ley marcial.
Desde las once de la mañana hasta la una y media de la tarde estuvo en su despacho oficial el Jefe del Gobierno. Recibió varias visitas, entre ellas, la del ministro de Agricultura.
A la salida le preguntamos qué noticias tenía sobre los sucesos de Asturias. El señor Lerroux nos dijo:
.- Pues en Asturias hay lo siguiente: que ha entrado el general López Ochoa, instalándose en el cuartel de Infantería, desde el que dirigía las operaciones. Hay también que la aviación ha bombardeado fuertemente la fábrica de armas, que se halla en poder de los rebeldes. Igualmente puedo decirles que dicho general ha ordenado a la aviación que vuelva a bombardear la fábrica para dar el asalto, que ya se habrá realizado o estará realizándose en estos momentos. Por reconocimientos practicados por la aviación se ha observado que en caminos, veredas y vericuetos hay un constante desfile de fugitivos.
El presidente del Consejo: Me veo en la necesidad de recoger algunas manifestaciones que se han hecho, con el objeto de que no parezca que he querido regatear el testimonio de la gratitud del Gobierno a aquellos que nos ofrecieron su concurso. Es ciertísimo, Sr. Goicoechea, que la representación del partido que su señoría dirige, como las de otros varios, se acercaron al Gobierno, hablaron conmigo y llegaron a los mismos extremos de delicadeza con que su señoría lo hizo. Fué su señoría a ofrecer su concurso incondicional, dejando a salvo sus convicciones, abriendo un paréntesis para servir al Estado y para servir a la Patria, y aún hizo más, me dijo:
Nuestra Revolución sigue su marcha ascendente. De esta realidad que nadie os aparte.
De nuestra potencia es un exponente la debilidad de las fuerzas enemigas acusada en los procedimientos asesinos que emplean en la lucha, penetrando en las casas de Oviedo en los hogares pobres y degollando con la gumia de uso en las cabilas del Rif, seres inocentes, niños en presencia de sus madres, provocando la locura de estas mártires por muchos conceptos, para luego rematarlas con fruición demoníaca.
Que el Comité Revolucionario, como intérprete de la voluntad popular y velando por los intereses de la Revolución se dispone a tomar con la energía necesaria todas las medidas conducentes a encauzar el curso del movimiento. A tal efecto, disponemos:
1.º El cese radical de todo acto de pillaje, previniendo que todo individuo que sea cogido en un acto de esta naturaleza será pasado por las armas.
2.º Todo individuo que posea armas debe presentarse inmediatamente ante el Comité a identificar su personalidad. A quien se coja con armas en su domicilio o en la calle, sin la correspondiente declaración, será juzgado severísimamente.
3.º Todo el que tenga en su domicilio artículos, producto del pillaje, o cantidades de los mismos que sean producto de ocultaciones, se les conmina a hacer entrega de los mismos inmediatamente. El que así no lo haga, se atendrá a las consecuencias naturales como enemigo de la Revolución.
«Catalanes y españoles, breve ha sido la jornada de esta noche. Esta misma radio Barcelona, que durante toda la noche ha estado dando noticias falsas, os dice ahora, por mi boca, la verdad. Después de mucho rato de tiroteo entre las fuerzas de la República y los elementos adictos a la Generalidad, que pudo emplear otros procedimientos en defensa de ideales que no deben apoyarse en la fuerza, el Gobierno de la Generalidad telefoneó al Estado Mayor de la División, diciendo que comprendía era inútil continuar la resistencia y ofreciendo rendirse. Como los rebeldes me habían aislado se empleó algún tiempo en dar a la fuerza de mi mando las órdenes oportunas, y por eso la lucha ha continuado más tiempo del necesario. Es lastimoso lo ocurrido.
Para los catalanes de mañana.- Apuntes de una noche inolvidable.- Tomados al hilo de los acontecimientos durante las jornadas de los días 4, 5, 6 y 7 de octubre de 1934.Jueves día 4.- A las seis y cuarto o seis y media de la tarde, estando yo en mi despacho, me entran la lista del nuevo Gobierno Lerroux, que acaban de transmitir los teletipos de la Delegación de La Vanguardia en Madrid. En seguida me digo: esto va a ser el botafuego. A los elementos exaltados de la Generalidad, ese Gobierno, que nada tiene de temible, les va a hacer el mismo efecto que le hace a un toro un trapo rojo.
Desde primeras horas de la mañana pudo notarse en la Generalidad un movimiento inusitado, viéndose cómo personas no conocidas en la casa entraban y salían de algunos Departamentos como si acudieran en busca de noticias o de instrucciones.
En la galería gótica el número de público que se había congregado era realmente extraordinario. Contrastando con la quietud del día anterior, reinaba entre los grupos una manifiesta efervescencia y se afirmaba que los sucesos ocurridos en distintas poblaciones españolas habían revestido extraordinaria gravedad y que el Gobierno Lerroux no podía, a pesar de sus esfuerzos, dar eficacia a los resortes del Poder público, asegurándose que en distintas guarniciones se había iniciado el levantamiento que se iba extendiendo lenta, pero firmemente, por todo el territorio de la República.
«Españoles: A la hora presente la rebeldía, que ha logrado perturbar el orden público, llega a su apogeo. Afortunadamente, la ciudadanía española ha sabido sobreponerse a la insensata locura de los mal aconsejados, y el movimiento, que ha tenido graves y dolorosas manifestaciones en pocos lugares del territorio, queda circunscrito, por la actividad y el heroísmo de la fuerza pública, a Asturias y a Cataluña.
»En Asturias, el Ejército está adueñado de la situación, y en el día de mañana quedará restablecida la normalidad.
»En Cataluña, el presidente de la Generalidad, con olvido de todos los deberes que le imponen su cargo, su honor y su autoridad, se ha permitido proclamar el Estat Catalá.
A mediodía el Presidente, señor Companys, reunió en su despacho a los consejeros señores Lluhí, Dencás, Esteve y Gassol, con los que conferenció respecto a las últimas noticias que le habían sido transmitidas de Madrid, relacionadas con el curso de la crisis.
Los consejeros se negaron a hacer manifestación alguna a los periodistas, pero éstos creyeron observar en los consejeros muestras de contrariedad por la forma como iba desarrollándose la situación política.